Los agricultores indios retoman un movimiento que muestra el rechazo a las políticas y promesas incumplidas del primer ministro Narendra Modi, reviviendo las manifestaciones de hace dos años que paralizaron la capital durante varios meses.
Los agricultores piden al Gobierno que aumente el gasto en la compra de grano y condonen sus deudas, compromisos que el gabinete de Modi adquirió en 2021 para apaciguar unas protestas donde los manifestantes acamparon por más de un año a las afueras de Nueva Delhi.
Por más de dos semanas, los agricultores indios han desarrollado su particular tractorada, cortando las principales vías que acceden a la capital y protagonizando enfrentamientos con la policía, que ha conseguido por ahora frenar su avance evitando así el colapso de una ciudad de algo más de 32 millones de habitantes.
La garantía de precios mínimos, la condonación de las deudas agrarias y el aseguramiento de pensiones para los trabajadores de las plantaciones, forman parte de una lista de demandas que ya sacaron a la calle a la mayor parte del sector en las protestas y acampadas producidas entre 2020 y 2021.
Revolución Verde y promesas incumplidas
Entre los temores del Gobierno de Modi, se encuentra la incapacidad de calmar unas movilizaciones con nuevas promesas de reformas para un sector que ya en plena pandemia enfrentó un duro invierno y un verano abrasador de protestas y acampadas hasta que finalmente Modi dio marcha atrás con un paquete de medidas que en un principio estaban orientadas a aumentar la competitividad y la eficiencia del sector, siguiendo la estela de la revolución verde que experimentan la mayoría de países asiáticos.
Entre otras cosas, estas protestas exigían blindar por ley el Precio Mínimo de Apoyo (sus siglas en inglés MSP), un pago mínimo realizado por la administración pública que asegura a los agricultores indios que no venderán sus productos bajo coste, y que permitía orientar otros recursos a adoptar tecnologías de producción más modernas en un sector muy necesitado de una nueva revolución verde.
El principal problema reside en que, aún anunciándose anualmente esta protección en los precios para 23 tipos de cultivos distintos, dicha cobertura no es efectiva para la mayoría de explotaciones, afectando principalmente a los pequeños agricultores y muy desigualmente entre los distintos estados de la India.
Este paro agrario de la India seguido de una movilización masiva, se saldó con la muerte de más de 700 manifestantes, muchos de ellos se suicidaron como modo de protesta. La intensidad de las protestas y el determinante apoyo de la comunidad internacional, sobre todo de Estados Unidos, presionaron al presidente Narendra Modi que finalmente anunció en un discurso televisado que derogaría las leyes.
La difícil situación de la agricultura
La agricultura es el principal sustento de alrededor del 50% de la población de la India y representa el 18% de su PIB (Producto interior bruto). Unos mil millones de ciudadanos dependen de este sector como medio de vida.
Pese a su gran importancia, la dicotomía de la agricultura india es única. Mientras que el sector lidera los rankings de cantidad de comida producida, al mismo tiempo, ejerce su actividad en el país con mayor número de personas con desnutrición del mundo. La situación del sector no deja de ser desalentadora, especialmente para los pequeños agricultores y los campesinos, cuyo sueldo medio ronda las 18.000 rupias (200 €) mensuales.
La baja productividad y rentabilidad, se explica en gran parte por la alta dependencia de los agricultores a la cultura del monocultivo, en donde 100 de los 140 millones de propietarios de plantaciones del país solo poseen una porción de tierra que no llega a la media hectárea
Las difíciles condiciones de vida que experimentan las familias dependientes del campo son, en muchos aspectos, inaguantables. Entre 15.000 y 20.000 campesinos se suicidan cada año por causas que apuntan directamente a las duras condiciones que afrontan en su día a día, principalmente la alta tasa de endeudamiento seguida de las adicciones y de los problemas relacionados con los precios de venta.
Si la situación este verano ya era tensa, las últimas inundaciones que asolaron Nueva Delhi no han hecho más que empeorar una situación que ya era por sí sola, complicada. La pérdida de gran cantidad de cultivos y la muy irregular asignación del MSP, ha hecho que una gran parte de los agricultores de la provincia se vean obligados a vender sus productos a pérdidas, lo que ha provocado en un malestar generalizado que se ha materializado en los cortes de carreteras y enfrentamientos con la policía de las últimas semanas.
La amenaza de las elecciones en la India
Estas marchas llegan en muy mal momento para el Primer Ministro de la nación Narendra Modi, que busca su tercer mandato consecutivo en las próximas elecciones que tendrán lugar en abril y mayo.
El partido BJP (sus siglas en inglés Bharatuya Janata Party) o Partido Popular Indio, al que Modi pertenece, ha tenido sus idas y venidas con los agricultores estos últimos años en lo que a intención de voto se refiere. La población campesina es considerada una gran masa de votantes que puede otorgar la victoria a un partido o a otro, y las protestas de los últimos días están incrementando el nerviosismo entre los partidarios del BJP, que se veían ganadores en unas elecciones donde las encuestas daban a Modi la mayoría de los votos.
Lo que en un principio se había planteado como una marcha pacífica hacia la capital, la particular tractorada a la india rápidamente ha sufrido un giro violento con los últimos enfrentamientos con las fuerzas del orden, donde los manifestantes acusan al gobierno de brutalidad policial mientras queman representaciones de Modi y de algunos de sus ministros.